El 20 de Abril de 2013, se cumplen 50 años del asesinato del dirigente comunista Julián Grimau, condenado bajo falsas acusaciones por un tribunal militar franquista y fusilado en la madrugada del 20 de abril de 1963. Héroe del Cuartel de la Montaña y del combate antifascista en la sierra madrileña, dirigente comunista en la clandestinidad de la larga noche de piedra del franquismo en los años 60.
Conducido
por la policía del régimen a la Dirección General de Seguridad, las
torturas y vejaciones a que fue sometido no consiguieron arrancarle más
que su nombre y el orgulloso reconecimiento de su condición de
comunista.
La
clase obrera internacional se lanzó a la calle en numerosos países
exigiendo su libertad. En los puertos del mundo, los estibadores se
negaban a descargar los barcos españoles. Más de 800.000
telegramas llegaron a Madrid exigiendo la paralización del juicio
farsa. El juício contra Grimau fue el escarmiento ejemplarizante de
la dictadura fascista de los monopolios, contra una clase obrera y una
juventud que comenzaban a levantarse en las fábricas y en los centros
de estudios bajo la roja bandera del trabajo, de la lucha contra la
dictadura y la explotación capitalista, bajo la bandera comunista.
-
Hoy que la dictadura del capital se ejerce cada vez con mayor
brutalidad contra una clase obrera y un pueblo salvajemente golpeados
por el capitalismo en crisis estructural , bajo las imposiciones y
dictados del bloque imperialista europeo , arrojando cada día a la calle
y a la miseria a miles de trabajadores y trabajadoras,
-Hoy
que día a día se va desembarazando la oligarquía dominante parasitaria
de los maquillajes democrático-formales que otrora se dió como
consecuencia de la lucha obrera y popular y para hacer posible la
integracion de España en el bloque imperialista europeo,
-Hoy
que sigue vigente la ley de punto final y que en muchos casos la
memoria histórica se reduce a un ejercicio de exhumación de huesos en
las fosas comunes para trasladarlos a un Camposanto, para la mal
llamada dignificación de las vítimas del franquismo como si en algún
momento los combatientes antifascistas hubiesen perdido su dignidad,
La
figura del comunista Julián Grimau nos recuerda que el mejor homenaje a
los caídos en combate contra el fascismo es continuar su lucha,
levantar su bandera.
Julian
Grimau no es memoria ni pasado: es futuro, es resistencia y
contraataque de la Clase obrera, es unidad popular bajo la dirección de
la clase obrera para derrocar a la bestia capitalista e instaurar el
Poder Obrero, la República Socialista.
¡POR LA REPÚBLICA SOCIALISTA!
¡FRENTE OBRERO Y POPULAR POR EL SOCIALISMO!
¡TODO PARA LA CLASE OBRERA!
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