
«Nadie puede entrar en el mismo río
dos veces», decía el antiguo filósofo Heráclito, pero algunos griegos de
la época actual parecen que ignoran ese dicho. Se trata de las fuerzas
políticas que recientemente se desprendieron de SYRIZA y declararon la
creación de un nuevo partido, de la «Unidad Popular» (LAEN). El
Secretario General del Comité Central del KKE, Dimitris Kutsumbas, se
refirió a ese acontecimiento y subrayó que «no debe presentarse otra vez
el mismo juego en contra del pueblo. Además, normalmente las
continuaciones son peores que las primeras películas».
El sistema usó su «reserva de izquierda»
Para entender este último acontecimiento
político en Grecia vale la pena mencionar algunos datos sobre la
historia de SYRIZA. SYRIZA se constituyó como una unificación de
distintos grupos oportunistas, con SYNASPISMOS (SYN) como núcleo
fundamental, o sea las fuerzas que se alejaron del KKE en la década de
los noventa, influenciadas por las ideas de Gorbachov, después de haber
tratado de socialdemocratizar y autodisolver organizativamente el KKE,
sin éxito. A esas fuerzas se habían juntado anteriormente, en el año
1968, aquellos que se habían ido del KKE, bajo la influencia de la
corriente oportunista eurocomunista.
El programa de SYN todo el tiempo ha sido un programa de gestión socialdemócrata, a través de reformas.
Desde los inicios de la década de 2000 y
más tarde, sobre todo a través de la incorporación de distintos grupos
(trotskistas, maoistas, etc.) y el desarrollo posterior de SYN a SYRIZA,
este programa socialdemócrata se vistió de manera primorosa con una
envoltura «radical», «antisistema», «de movimiento».
Algo que se fortaleció después del año 2010, a través del estallido de
la crisis económica capitalista. La firma de los acuerdos antipopulares
(memorándums) de los gobiernos de PASOK y ND con los organismos
imperialistas (UE, FMI,BCE), acompañados de duras medidas antipopulares,
trajo también la adoptación de la línea turbia «anti-memorándum» por
parte de SYRIZA. Al mismo tiempo, la rápida desunión del socialdemócrata
PASOK llevó a la absorción de varios cuadros de ese partido por parte
de SYRIZA. El dilema falso «memorándum-antimemorándum» dio a SYRIZA la
posibilidad de usar tendenciosamente ideas, de engañar las fuerzas
populares, prometiendo que puede haber un alivio para el pueblo de las
duras medidas antiobreras dentro del marco de la UE, del camino de
desarrollo capitalista, promoviendo la demanda de reducir parte de la
deuda pública, o sea en realidad aceptando que la deuda, que crearon los
gobiernos de la plutocracia, debe pagarla el pueblo.
En el marco de la reforma del escenario
político dentro del año 2012, SYRIZA fue apoyado por una parte de la
burguesía y se engrandeció electoralmente, logrando de ganar las
elecciones de enero de 2015. Formó gobierno con otro partido, ANEL, cuyo
tronco proviene del partido conservador de ND y que tiene referencias nacionalistas.
Después de seis meses de gobierno de
SYRIZA-ANEL, el pueblo griego se vio enfrentado a un 3r memorándum, que
incluye nuevas medidas antiobreras-antipopulares.
El lenguaje «de izquierda» al servicio del capital
Si algo ha sido comprobado de la manera
más flagrante a través de los acontecimientos de los últimos meses en lo
que se refiere a SYRIZA y su gobierno burgués, es la bancarrota total
de la política que pregona que puede servir a la vez
tanto a los monopolios como al pueblo. Que se puede con un gobierno
burgués, dentro de la Unión Europea y las alianzas imperialistas, en
condiciones de la barbarie capitalista, servir a los intereses
populares. Con la firma del cogobierno de SYRIZA-ANEL, que se han
demostrado continuadores dignos del cogobierno ND-PASOK, se adoptó con
el voto de los demás partidos burgueses (ND, PASOK, EL RIO) la nueva
masacre del pueblo griego, de las familias obreras populares.
Entre las medidas de este 3r memorándum
ya insoportable, se incluyen nuevos dramáticos recortes de salarios y
pensiones, derrocamientos de las relaciones laborales, nueva política
fiscal abusiva, reducción de los servicios de salud,
educación, asistencia social, privatizaciones, así como el tiro de
gracia contra los campesinos pobres y los pequeños profesionales. Y todo
eso mientras se mantienen los memorándums anteriores y las 400 leyes
antipopulares de adopción.
Frente a ese desnudamiento en pocos
meses y la bancarrota de la socialdemocracia novata que el KKE había
previsto con exactitud y advertido al pueblo, es obvia la necesidad del
sistema político burgués de crear nuevos muros de contención en la radicalización del pueblo.
Así que la película que se presentó del
2012 hasta el 2014 con SYRIZA como protagonista, se repite ahora en
Grecia con la recién construida «Unidad Popular» de P.
Lafazanis, hasta hace poco ministro de Energía del gobierno de
SYRIZA-ANEL. El grupo parlamentario con este nombre que surgió el
viernes, 21 de agosto, después de la independización de 25 diputados de
SYRIZA, aspira a que constituya el indicio de una nueva
formación política, de un muro de contención para aquellos
izquierdistas, radicales, luchadores que en los años anteriores tenían
ilusiones por/sobre SYRIZA, su gobierno, y la
posibilidad de abrir una nueva perspectiva a favor del pueblo en el
país. LAEN se proyecta como una alternativa de retorno a la moneda
nacional y hace una reproducción evidente de posiciones y propuestas
neokeynsianas, con las cuales SYRIZA cultivó en los últimos años
ilusiones sobre una gestión propopular izquierdista del capitalismo.
De primera clase en engañar
Esta división de SYRIZA se efectuó por
fuerzas que tenían cargos de primer rango como ministros del gobierno
SYRIZA-ANEL y materializaron con precisión todo aquello que preveían los
dos primeros memorándums y aceptaron sin protestas todas las decisiones
que preparaban el muy duro 3r memorándum.
Esas fuerzas, que ya estaban en SYRIZA
como su «plataforma de izquierda», aceptaron el acuerdo del gobierno con
la UE, el BCE y el FMI del 20 de febrero, que preveía la
materialización de todas las medidas antiobreras de los dos primeros
memorándums y la aceptación de todas las demandas del gran capital.
Aceptaron todo ese tiempo además las
propuestas del gobierno a la troika sobre un nuevo memorándum de
insoportables medidas antiobreras. Es típico que no hicieron caer el
gobierno SYRIZA-ANEL antes de la adopción del cruel memorándum y
continuaron asegurando de todas las maneras que apoyan el gobierno a
pesar de estar en desacuerdo... hasta que el mismo primer ministro
Tsipras declaró la renuncia de su gobierno...
Estas fuerzas no dijeron ni mu cuando el
gobierno SYRIZA-ANEL prometió a los Estados Unidos y la OTAN una nueva
base militar en el mar Egeo, tampoco cuando su gobierno organizaba
maniobras militares en común con los Estados Unidos e Israel, o cuando
votaba por la continuación de las sanciones de la UE contra Rusia, o
cuando el ministro de Defensa declaraba que el país va a participar en
todas las actividades imperialistas de la OTAN y la UE.
Ahora se presentan como «muchachas
engañadas» y como los verdaderos representantes del «radicalismo» de
SYRIZA y se van solos en las elecciones del 20 de septiembre.
Una Grecia capitalista con moneda nacional
Pero, ¿qué es lo que propone esta fuerza
política? Si SYRIZA prometía hasta ahora que el país iba a quedar en la
zona del euro, LAEN habla de una «salida ordenada del
euro, si hace falta». Pero, de ninguna manera plantea el tema de la
salida del país de la UE y el camino de desarrollo capitalista. ¿Porqué
habla LAEN de una «salida del euro si hace falta»? Como explicó el jefe
de LAEN P. Lafazanis, guiñando el ojo al capital, esta
salida se va a dar sólo si lo necesita la economía capitalista para
lograr su recuperación. Además, LAEN «recicla» un montón de medidas
conocidas de gestión neokeynsiana, p.e. la «socialización de los bancos
para que jueguen un papel de desarrollo», defendiendo así la posición
que los bancos pueden convertirse en «fundaciones caritativas» que van a
repartir dinero estatal caliente para apoyar así la famosa recuperación
capitalista. De esa manera siembra ilusiones entre el pueblo, ocultando
las leyes sobre las cuales se mueve la economía capitalista que demanda
continuamente nuevos «sacrificios» de los trabajadores, reducción de
los derechos sociales y laborales y los ingresos populares para que se
recupere la rentabilidad del capital.
Finalmente, LAEN habla de la «anulación
de la mayor parte de la deuda para que respire el país», reconociendo
por su parte, como hacen los demás partidos del sistema, que la culpa de
la deuda la tiene el pueblo y por eso debe pagar.
Los cuadros de LAEN mencionan como ejemplo «otros países fuera del euro que avanzan de lo más bien». ¿Qué países apela el jefe del
nuevo partido oportunista, Lafazanis? A Gran Bretaña, a Dinamarca que
no pertenecen a la zona del euro, hecho que no obstaculiza el golpe
contra los derechos laborales y populares en esos
países, mientras otros cuadros de LAEN apelan el Frente Nacional de
Lepen en Francia, a los industriales italianos, una parte del capital
alemán...
¿Qué tienen que ver los pueblos de esos
países, el pueblo de Grecia y la esperanza de satisfacer sus necesidades
con las aspiraciones de sus explotadores que se reflejan en propuestas
políticas sobre monedas nacionales, propuestas que llevan la capa de
la radicalización para engañar y ocultar su contenido real antipopular?
Esa nueva separación falsa entre «euro y dracma» quiere ocultar para el
pueblo que lo fundamental es el camino del capital y su poder, es la
participación en la UE y el sistema imperialista. Contra eso tiene que
luchar el pueblo. Y no adherirse a partes del capital que flirtean con
la idea de una moneda nacional, de otra alianza monetaria.
Que fracace el nuevo intento de engañar
El intento de crear un SYRIZA no. 2
ahora que desaparece la duda sobre el papel del no. 1, no debe encontrar
respuesta por parte del pueblo que ya ha vivido la desmentida dolorosa de las esperanzas que le han cultivado y no tiene más posibilidades para nuevas decepciones para perder nuevamente tiempo valioso, algo que está en su contra.
El pueblo tiene experiencia, puede sacar
sus conclusiones, no debe dejar de engañarse una vez más. No puede
existir una solución a favor del pueblo dentro del sistema capitalista, a
través de una alternación de gobiernos de gestión burguesa, sin romper
con el camino de desarrollo capitalista y el sistema imperialista. El
pueblo no debe engañarse de aquellos que anteponen como objetivo
fundamental la reconstrucción productiva de la economía capitalista,
aquellos que sirvieron a este objetivo, incluso desde cargos
gubernamentales. Aquellos que guiñan el ojo a partes del capital, que
flirtean con la idea de la Grecia capitalista con moneda nacional, no
pueden seguir un camino distinto de aquel que lleva a la bancarrota
popular. No tiene importancia si esta se va a realizar con o sin
memorándum. No tiene importancia si se va a realizar dentro o fuera de
la zona del euro. Lo que tiene importancia es que se anule el intento de
enjaular al pueblo dentro de una opción más a favor del capital.
El pueblo, las capas populares pobres
que tienen disposiciones radicales no deben permitir que se conviertan
una vez más en espectadores de la misma obra, vivir nuevas desiluciones.
Hoy en día, tanto en su lucha diaria en los centros de trabajo y en los
barrios obreros como también el las próximas elecciones pueden tener
más expectativas del KKE, más confianza. Tenerle confianza, porque nunca
los traicionó, tampoco faltó de la lucha por la defensa de sus
intereses. Porque es la única fuerza que tiene una propuesta de salida
de verdad alternativa, realista, esperanzadora, cuyos ejes son
desvincularse de la UE y la OTAN, borrar unilateralmente la deuda y
socializar las riquezas que tiene este país, con el pueblo en el poder.
(Artículo de la Sección de Relaciones Internacionales del CC del KKE)
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