José Koba
Las posiciones políticas del actual aparato del KKE y sus partidos-títere con respecto al antiimperialismo los situan en el mismo campo político que el trotskismo tradicional.
Ellos han concebido una teoría dogmática y antidialéctica segun la cual no puede haber sectores de la burguesía nacional o de la pequeña burguesía en los paises dependientes que puedan jugar un papel contra el imperialismo. Consideran que cualquier gobierno con participación de sectores de esta burguesía tienen que estar integrados necesariamente en uno de los bloques imperialistas.
Esto es un dogma que contradice los principios leninistas con respecto al imperialismo y también toda la tradición del Movimiento Comunista con respecto a esta cuestión.
He aquí la exposición clara y didáctica del camarada Stalin con respecto a la cuestión:
"El carácter revolucionario del movimiento nacional, en las condiciones
de la opresión imperialista, no presupone forzosamente, ni mucho menos, la
existencia de elementos proletarios en el movimiento, la existencia de un
programa revolucionario o republicano del movimiento, la existencia en éste de
una base democrática. La lucha del emir de Afganistán por la independencia de
su país es una lucha objetivamente revolucionaria, a pesar de las ideas
monárquicas del emir y de sus partidarios, porque esa lucha debilita al
imperialismo, lo descompone, lo socava....La lucha de los comerciantes y de los intelectuales burgueses egipcios
por la independencia de Egipto es, por las mismas causas, una lucha
objetivamente revolucionaria, a pesar del origen burgués y de la condición
burguesa de los líderes del movimiento nacional egipcio, a pesar de que estén
en contra del socialismo...Y no hablo ya del movimiento nacional de otras colonias y países
dependientes más grandes, como la India y China, cada uno de cuyos pasos por la
senda de la liberación, aun cuando no se ajuste a los requisitos de la
democracia formal, es un terrible mazazo asestado al imperialismo, es decir, un
paso indiscutiblemente revolucionario."
(Puede leerse el artículo completo aquí: http://www.comunistasdeextremadura.net/2016/10/stalin-y-el-antiimperialismo.html )
La fidelidad a este dogma antimarxista les lleva a considerar como enemigos integrados en un polo imperialistas a gobiernos como el de Venezuela o Bolivia, contradiciendo la postura de apoyo de los comunistas de estos paises a sus respectivos gobiernos en su lucha antiimperialista o la solidalidad antiimperialista de la práctica totalidad del Movimiento Comunista Intenacional. También consideran imperialista a estructuras economicas y políticas como el ALCA al que pertenece Cuba.
El caso de Siria es especialmente sangrante. El pueblo sirio, con su ejército y su gobierno al frente están afrontando la mayor agresión del imperialismo desde Vietnam. Los comunistas sirios están integrados en este gobierno a través del Frente Nacional Progresista. Sin embargo estos iluminados consideran a este gobierno como imperialista y a la lucha del pueblo sirio como una lucha interimperialista.
Su dogmatismo también les hace considerar el Socialismo como algo cerrado y acabado y no como una etapa de transición en evolución sujeta a múltiples factores internos y externos. Por eso consideran a Corea Democrática como no socialista o que se está restaurando el capitalismo en paises como Cuba o Vietnam. Sus posiciones coinciden absolutamente con el trotskismo tradicional y por eso hay que situarlos en ese campo ideológico y político.
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